jueves, 23 de octubre de 2008

El periodismo Ético y La Publicidad



Comentario:

En este articulo acerca de los medios masivos periodisticos y/o publicitarios hablan acerca de la etica en opciones de consumo y la corrupcion que se da en ese medio, no solo periodisticamente sino tambien como mas adelante veran, en todo lo que es productos y a nivel de cooporaciones, el poder que ejerce la publicidad, el periodismo, entre otros en la sociedad.


Articulo:

A partir de los años sesenta del siglo XX, el Mercado (con mayúscula, para significar el entramado de relaciones económicas y la ideología que basa la prosperidad del mundo en el consumismo) adoptó como divisa publicitaria y de mercadeo lo "cool" para apelar al juvenilismo rebelde que derivaba de los procesos revolucionarios, anticolonialistas y de derechos civiles en el mundo, a fin de vender productos tan variados como refrescos gaseosos, ropa interior, libros, películas y otros bienes simbólicos o culturales. La importancia que tiene este fenómeno de cooptación de la noción de rebeldía para explicarnos la cultura y la ética de la corrupción actuales, debe empezar a analizarse desde la perspectiva de la conducta de los consumidores en el mercado (con minúscula, para significar la noción de lugar de compraventa o marketplace), frente al cual se comportan de diversas maneras "éticas" según sean las opciones de consumo que adopten frente a la variedad de mercancías que el Mercado les ofrece debidamente envueltas en el discurso de convencimiento del mercadeo y la publicidad.

Pero en esta consideración se debe incluir la publicidad como discurso que sustituye en la mente del consumidor la capacidad crítica y de discernimiento que tradicionalmente le proporcionaban la filosofía y las ciencias sociales y humanísticas, por los mensajes o "sugerencias" de consumo; un discurso que transforma al ser humano de pensador en consumidor. Consumidor que, por serlo, se torna en sujeto no del conocimiento científico ni humanístico sino de los contenidos manipuladores de la emocionalidad consumista que son propios de la publicidad. La esencia de la publicidad es convencer al consumidor de que necesita un producto que no necesariamente necesita. Su función es de hecho la manipulación de la mente humana. No sólo los sostenimientos espurios de la prensa constituyen, pues, el problema ético de ésta. También la publicidad lo es. La corrupción periodística no brota exclusivamente de sobornos y financiamientos interesados sino también de los mecanismos del Mercado que rigen su moral. En su sentido figurativo, corrupción, según el DRAE, significa "vicio o abuso introducido en las cosas no materiales", y esta función la cumplen a cabalidad la publicidad y el mercadeo. La ética de los medios de comunicación regidos por la lógica moral del Mercado, no es, pues, otra que la corrupción de la esencia humana libre y creadora.

Que comprendemos la diferencia entre consumo y consumismo, en cuanto que el consumo es una actitud y un hecho normal y necesario, mientras el consumismo es una ideología con un sistema de valores que equipara el acto compulsivo de consumir con el ejercicio del libre albedrío y de la libertad de opción, y lo postula como condición imprescindible de la prosperidad económica de la humanidad, convirtiéndolo con ello en marcador y símbolo de estatus cognoscitivo, ético y moral.

La base ética del periodismo es su independencia respecto de intereses ajenos a él, si incluimos dentro de esta independencia la no sujeción a la publicidad. Los anunciantes de hecho ejercen influencia en los medios de comunicación, al extremo de hacerlos quebrar si les quitan los anuncios de sus productos. Los anunciantes son los propietarios de los medios de producción que anuncian mercancías en los medios masivos. De modo que la publicidad coarta la libertad de expresión no sólo mediante la imposición de la lógica cultural del Mercado, sino también como vehículo de la voluntad de los grupos de poder económico.

¿cómo ejercer un periodismo que responda a valores humanos desligados de los valores del Mercado, sin que por ello debamos hacer un periodismo marginal, fuera de sus mecanismos? La creatividad está de nuestra parte. Tenemos que aprender a jugar con el fundamentalismo mercadológico sin doblegarnos ante él. Debemos saber cómo servirnos de su ceguera para desconstruir su lógica cultural y moral. Sabemos que lo que el Mercado busca es el lucro. Por ello, para combatirlo, necesitamos ser rentables a fin de acumular el poder necesario para construir una alternatividad periodística que remonte el sistemático intelicidio masivo que la publicidad realiza, sustituyéndolo con la capacidad crítica radical, imprescindible para entender y transformar el mundo en que vivimos en favor de todos los seres humanos y no sólo de las elites de poder.

Lorena Pedraz Carreras